
Quelli eran giorni
Sí, ya se que existe un rucómetro que circula por internet, y la tostada y lo que quieran. Yo, a mucha honra, me sé casi todas las respuestas del susodicho rucómetro. So what? creo que la juventud está sobrevendida y sobrevalorada en los medios y en la sociedad consumista (soy Marxista-Leninista, nótese).
Todos esos skatos y chairos y raperos de hoy serán los nostálgicos del mañana, jajajajaja. (Los fresas de hoy no me interesan, pues la fresez tiende a ser lineal y predecible). Toda esa chamacada intrépida, atención: tienen unos diez años para seguir creyendo que son invencibles, pero a ver, los cito en este mismísimo blog en el 2016, a ver si siguen pensando que a los treinta uno ya es dinosaurio y que a los cuarenta se es decrépito.
Bueno, todo este rollo de brechas generacionales viene a tema porque tengo un incidente de lo mas inaudito: un alumno me entrega una composición de tarea, escrita de su puño y letra. Como se veía tan perfecta, me dije para mis adentros: "siiiiii wey ¿y crees que nací ayer?". La recibí con la sonrisa de máscara de teatro noh que pongo cuando no quiero expresar nada y llegando a la casa le di google search.
Obviamente, encontré dicha composición en un sitio en francés y lo que el chamaco en cuestión había hecho era tasajearla para que reducirla hasta las 200 palabras que les pedí. Hasta ahí la cosa es mas o menos normal. Digo "normal", pero es una pena y una realidad; uno sabe que al dejar cualquier tarea existe un altísimo riesgo de recibir un copy-paste.
Lo que me dejó atónito y en shock fue que el pibe, el morro, el chamaco, me dijera con muchos güevos: "pues la composición la escribí yo y tengo derecho a una calificación"(!!!). Tuve que enseñarle el link (el cual yo había previamente anotado en fino papel de reciclaje, con caligrafía perfecta, por si las flies) para que se le quitara lo aguerrido y regresara a su banca.
Esto me lleva a reflexionar: ¿será posible que los chamacos de 18 o 22 años, youth almighty, crean que uno, por ser profe y cuarentón, no tiene acceso a internet? ¿pensarán que el Alzheimer empieza a los treinta y que a los cuarenta uno ya perdió toda coherencia y capacidad de adaptación?
Quelli eran giorni, si, erano giorni. O sease, lejos quedaron los días en que uno daba por hecho que el profesor sabía mas que uno. Con esta revolución de las informaciones, es adaptarse o morir, quedar obsoleto...
Me atormenta el hecho de que el chamaco en cuestión pueda tener razón: ¿cuántos profes cuarentones habrá por ahí que no tengan ni p... idea de que existe google? Creo que el perfil de gente que tenga acceso a este blog serán diez inquietos jovenzuelos por cada .ooo3 profes cuarentones...
Sí, ya se que existe un rucómetro que circula por internet, y la tostada y lo que quieran. Yo, a mucha honra, me sé casi todas las respuestas del susodicho rucómetro. So what? creo que la juventud está sobrevendida y sobrevalorada en los medios y en la sociedad consumista (soy Marxista-Leninista, nótese).
Todos esos skatos y chairos y raperos de hoy serán los nostálgicos del mañana, jajajajaja. (Los fresas de hoy no me interesan, pues la fresez tiende a ser lineal y predecible). Toda esa chamacada intrépida, atención: tienen unos diez años para seguir creyendo que son invencibles, pero a ver, los cito en este mismísimo blog en el 2016, a ver si siguen pensando que a los treinta uno ya es dinosaurio y que a los cuarenta se es decrépito.
Bueno, todo este rollo de brechas generacionales viene a tema porque tengo un incidente de lo mas inaudito: un alumno me entrega una composición de tarea, escrita de su puño y letra. Como se veía tan perfecta, me dije para mis adentros: "siiiiii wey ¿y crees que nací ayer?". La recibí con la sonrisa de máscara de teatro noh que pongo cuando no quiero expresar nada y llegando a la casa le di google search.
Obviamente, encontré dicha composición en un sitio en francés y lo que el chamaco en cuestión había hecho era tasajearla para que reducirla hasta las 200 palabras que les pedí. Hasta ahí la cosa es mas o menos normal. Digo "normal", pero es una pena y una realidad; uno sabe que al dejar cualquier tarea existe un altísimo riesgo de recibir un copy-paste.
Lo que me dejó atónito y en shock fue que el pibe, el morro, el chamaco, me dijera con muchos güevos: "pues la composición la escribí yo y tengo derecho a una calificación"(!!!). Tuve que enseñarle el link (el cual yo había previamente anotado en fino papel de reciclaje, con caligrafía perfecta, por si las flies) para que se le quitara lo aguerrido y regresara a su banca.
Esto me lleva a reflexionar: ¿será posible que los chamacos de 18 o 22 años, youth almighty, crean que uno, por ser profe y cuarentón, no tiene acceso a internet? ¿pensarán que el Alzheimer empieza a los treinta y que a los cuarenta uno ya perdió toda coherencia y capacidad de adaptación?
Quelli eran giorni, si, erano giorni. O sease, lejos quedaron los días en que uno daba por hecho que el profesor sabía mas que uno. Con esta revolución de las informaciones, es adaptarse o morir, quedar obsoleto...
Me atormenta el hecho de que el chamaco en cuestión pueda tener razón: ¿cuántos profes cuarentones habrá por ahí que no tengan ni p... idea de que existe google? Creo que el perfil de gente que tenga acceso a este blog serán diez inquietos jovenzuelos por cada .ooo3 profes cuarentones...